A pesar de que algunas ciudades han salido de la lista de las más peligrosas, Honduras enfrenta un recrudecimiento de la violencia en otros departamentos, caracterizada por peleas entre bandas delictivas y conflictos interpersonales que están cobrando vidas humanas. Un experto en seguridad advierte sobre la reorganización de estructuras criminales y el aumento de la violencia entre hondureños, señalando la impunidad y la falta de miedo a la justicia como factores clave.
Según el experto, la violencia en el país ha evolucionado. Si bien antes se asociaba principalmente con muertes múltiples y crimen organizado, ahora se suma la violencia interpersonal, donde cualquier motivo trivial puede ser un detonante para que dos ciudadanos se maten. Esta falta de cordura y la impunidad alimentan el ciclo de violencia.
«Mientras la justicia no cumpla, mientras las personas que matan no sean condenadas, la violencia en el país va a seguir,» afirmó el experto.
Aunque algunos casos no están relacionados directamente con el crimen organizado, la delincuencia común también cobra vidas. El experto citó el ejemplo de jóvenes asesinados durante un robo, donde el delito inicial se convirtió en un crimen atroz.
Además, existe preocupación por la reorganización de estructuras criminales, que están luchando por el poder, lo que genera un aumento de la violencia.
El experto también criticó la efectividad del estado de excepción, señalando que si una herramienta no está dando los resultados esperados, se deben hacer modificaciones. Reconoció que San Pedro Sula y Tegucigalpa han reducido la violencia, pero instó a las autoridades a identificar las ciudades que ahora son violentas y aplicar medidas similares para combatir el crimen.
Finalmente, advirtió que la presión policial en algunas ciudades puede provocar que las estructuras criminales se trasladen a zonas con menor presencia policial, desde donde continuarán operando.