El presidente argentino, Alberto Fernández, anunció este martes el envío para su tramitación en el parlamento del ansiado proyecto de legalización del aborto. La iniciativa, una de las promesas de campaña del mandatario peronista, se había visto postergada por la pandemia.
Tras semanas de rumores y ante la insistencia de los colectivos feministas, el anuncio fue realizado finalmente por Fernández a través de un vídeo difundido justo en un momento que los medios de comunicación opositores consideraron inoportuno, pues a la misma hora se debatía en el Congreso un polémico impuesto a las grandes fortunas promovido por el kirchnerismo, una de las facciones del gobierno argentino.
“Enviaré al Congreso dos proyectos de ley para que todas las mujeres accedan al derecho a la salud integral. El primero de ellos legaliza la interrupción voluntaria del embarazo y garantiza que el sistema de salud permita su realización en condiciones sanitarias que aseguren su salud y su vida.
El segundo instituye el programa de los mil días con el objeto de fortalecer la atención integral de la salud de la mujer durante el embarazo y de sus hijos e hijas en los primeros años de vida”, indicó Fernández.
El segundo proyecto enviado, que el presidente llama de los “mil días”, es un guiño a los legisladores que no tienen una postura radicalmente contraria al aborto y que verían compensada la interrupción del embarazo con esta ley que promueve la maternidad.
El gobierno sabe que la votación será ajustada en el parlamento, donde las reiteradas iniciativas populares para legalizar el aborto ni siquiera llegaron a ser discutidas en los plenos de la Cámara de Diputados y el Senado, excepto en 2018, durante la gestión del liberal Mauricio Macri, cuando, tras grandes movilizaciones en las calles a favor y en contra, la cámara baja aprobó un texto pero fue rechazado por los senadores.
Ahora es la primera vez que la iniciativa sale de un proyecto de ley elaborado por el gobierno.
