Hasta el momento, las autoridades estadounidenses no han reportado un solo intento de interferencia en la infraestructura de votación de las elecciones de medio término que este martes 6 se llevarán a cabo en el país, según una declaración conjunta de los jefes del FBI, el Departamento de Justicia, la Oficina del director de Inteligencia Nacional y el Departamento de Seguridad Nacional.
«Nuestras agencias han estado trabajando de manera sin precedentes para combatir todo intento de interferencia y para ayudar a los funcionarios estatales y locales a (…) fortalecer la infraestructura electoral», reza el documento, en el que se señala que no hay ningún indicio de riesgos «que impidan la votación, cambien el conteo de votos o interrumpan la capacidad de contar los votos».
No obstante, agencias de seguridad e inteligencia estadounidenses han advertido a los ciudadanos acerca de las supuestas intenciones de «actores extranjeros, y de Rusia en particular, para influir en el sentimiento público y en las percepciones de los votantes».
Por su parte, Rusia ha negado en repetidas ocasiones las acusaciones de presunta injerencia en las elecciones estadounidenses. En cuanto a las presidenciales de 2016, Moscú recalcó que Washington no ha podido presentar ninguna prueba de que algún miembro del Gobierno ruso influyera en el resultado de los comicios.
En ese contexto, el presidente ruso, Vladímir Putin, calificó de «sencillamente ridícula» la mera posibilidad de «influir desde el territorio de Rusia en la elección de millones de estadounidenses».
