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    Bancos en América Latina afrontarán efectos secundarios de la turbulencia provocada por quiebra de dos bancos

    15 de marzo de 2023

    Este reporte no constituye una acción de calificación

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    La quiebra de Silicon Valley Bank y de Signature Bank no tienen un impacto inmediato en las calificaciones de los bancos en América Latina. Sin embargo, podríamos ver efectos indirectos, en la forma de una creciente aversión al riesgo de los inversionistas institucionales, que derivarían en mayores costos de fondeo y escasez de financiamiento para las instituciones financieras de la
    región. Tales tendencias ya estaban presentes en los sectores bancarios de América Latina, pero los recientes problemas bancarios en Estados Unidos las amplificarán.

    Los bancos en América Latina no tienen exposiciones directas importantes a Silicon Valley Bank y a Signature Bank, y ninguno de los bancos que calificamos en la región tiene una estructura de negocio o vulnerabilidades similares a las de esas dos entidades. La exposición de los bancos en América Latina a pérdidas de valor de mercado no realizadas (bonos hold to maturity) en sus carteras de bonos es manejable. Muchos invierten su liquidez en bonos soberanos y en notas del banco central a tasas variables, generalmente vinculados a la inflación. Por tanto, el riesgo de la tasa de interés tiende a estar contenido. Además, los bancos locales suelen utilizar coberturas para este riesgo. Esto se debe principalmente a que las economías en América Latina tienden a ser muy volátiles. Por ello, los bancos de la región suelen estar menos expuestos a este tipo de riesgo, especialmente aquellos que operan en economías con mayor exposición a la volatilidad.

    A pesar de que los bancos locales se fondean principalmente con depósitos minoristas, aún padecen el acceso restringido a los mercados de capitales conforme aumentan las tasas de interés. Sin embargo, el riesgo de refinanciamiento en el corto plazo es limitado. Observamos que la disrupción tecnológica y las plataformas de corretaje permiten a los clientes cambiar sus depósitos rápidamente, lo que puede acentuar la competencia y la volatilidad de los depósitos. El factor mitigante es que los depósitos en esas plataformas suelen ser depósitos a plazo y los inversionistas no pueden retirar sus inversiones hasta que vencen. Consideramos que los principales bancos en América Latina cuentan con franquicias sólidas, que deberían respaldar sus perfiles de fondeo. Dados los perfiles de fondeo concentrados de las instituciones financieras locales de menor tamaño y de las fintech, pueden estar más expuestas a estas presiones y
    sujetas a los efectos de la fuga hacia la calidad.

    En nuestra opinión, las condiciones económicas desafiantes en América Latina representan un riesgo importante para los bancos locales. Consideramos que las tasas de interés se mantendrán altas durante un período más largo de lo que esperaban los mercados. El acceso a los mercados internacionales de capitales se ha reducido, mientras que los bancos locales están endureciendo sus prácticas de originación. Además, la inflación persistente, los costos de financiamiento más altos y los límites para trasladar esos costos a los precios representan un desafío importante para el desempeño futuro de los acreedores corporativos. Como resultado, esperamos que la calidad de activos de los bancos en la región se deteriore. Además, la debilidad económica está reduciendo el ingreso disponible de los consumidores, lo que ejercerá una mayor presión sobre la calidad de los activos de los bancos.

    Inicialmente, los bancos esperaban que la pandemia erosionara la calidad de los activos, pero no fue así, mientras que su rentabilidad mejoró considerablemente. Esto se debió a las medidas extraordinarias de los gobiernos para apoyar la economía. Como tal, la industria bancaria impulsó el otorgamiento de crédito para aprovechar la alta liquidez en el mercado, las oportunidades de negocio y las provisiones considerables que los bancos reservaron durante la pandemia. Desde nuestro punto de vista, la fuerte competencia de la industria retrasó un poco la reacción de los bancos a los cambios en los ciclos económicos y de crédito. La feroz competencia de las fintech también aumentó durante el período de bajas tasas de interés, particularmente para algunos productos como las tarjetas de crédito, mientras que los bancos respondieron a la competencia expandiendo sus plataformas digitales y estableciendo asociaciones con participantes digitales.

    Sin embargo, a pesar del fuerte crecimiento del otorgamiento de créditos en los últimos años, consideramos que los bancos en América Latina están bien preparados para afrontar shocks externos gracias a sus altos niveles de provisiones y sólidos niveles de capital regulatorio.

    Fuente: S&P Global Rating

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