Brasil está enfrentando la segunda fase más mortífera de la pandemia por covid-19, en la primera ola que se dio en los meses de junio y agosto del año pasado, el país sufría aproximadamente de 1100 muertes diarias, no obstante el tiempo ha transcurrido y las cifras de decesos siguen siendo preocupantes.
Se trata de un “escenario alarmante” declaró la prestigiosa Fundación Fiocruz, del ministerio de Salud, los contagios se elevaron a 260 mil y se registran hasta 1330 muertes diarias. Los hospitales han colapsado y el proceso de vacunación se ha visto lento en comparación a otros países, situación que para las autoridades no ha sido una sorpresa debido a que no se controló de forma adecuada la mutación brasileña del virus y esta se expandió por todo el país.
El estado de Sao Paulo ya decretó el retorno durante dos semanas a la“fase roja” de restricciones para combatir la pandemia, medida que se espera aplicar en otros estados importantes del país sudamericano.