Si el gobierno de la presidenta Xiomara Castro, no mantuviera congelado el precio del Gas Licuado de Petróleo
(GLP) doméstico, los capitalinos estuvieran pagando 51.87 lempiras más, mientras los sampedranos 53.01 adicionales.
El costo de este gas fue fijado en un precio único de 238.13 lempiras cada cilindro de 25 libras para la capital y zonas
adyacentes y 216.99 para la ciudad industrial.
Si esta medida del gobierno solidario no se hubiera aplicado desde inicios de año, la población de Tegucigalpa, en lugar
de pagar 238.13, estaría sacando de sus bolsillos 290 lempiras por cada cilindro, que es el costo real.
Por su parte, los sampedranos comprarían el chimbo a 270 y actualmente solo destinan 216.99.
El ahorro para los hogares de la zona central es de un 17.88 por ciento, mientras que para los del norte es de un 19.63 por
ciento.
“Para nosotras que consumimos el gas nos conviene que lo hayan congelado, porque nos ahorramos. Estamos bien
agradecidas, eso nos ayuda, en el mercado hemos tenido bastante ayuda del gobierno”, dijo una vendedora de
comida del mercado Los Dolores.
Para Carlos Posas, titular de la Dirección General de Hidrocarburos y Biocombustibles (DGHB) de la Secretaría de
Energía, “en diez meses la presidenta Xiomara Castro ha demostrado con creces el compromiso que tiene con el
pueblo y su firmeza en las promesas de campaña”.
Posas estima que un 40 por ciento de los hogares hondureños utiliza el gas propano.
El congelar los precios para el GLP doméstico implica un sacrificio para el Estado. Por ahora, el gobierno ya pagó 500
millones de lempiras a las empresas que envasan este producto “y hay una proyección a final de año de casi mil millones”, estimó director General de Hidrocarburos y Biocombustibles.