La ley que había sido ingresada por el parlamento del actual presidente chileno, Sebastián Piñera, en el año 2013 fue promulgada este fin de semana luego de 8 años de espera, esta ley busca facilitar las deportaciones de las personas que ingresan al país como turistas y ya en el cambian su calidad migratoria en busca de trabajo, por lo que las autoridades exigen obtener un visado y evitar estas situaciones.
Bajo el lema “ordenar la casa” esta nueva norma ha traído un sin número de críticas por parte de la oposición y organizaciones pro migrantes que la catalogan de “rígida” a lo que el presidente Piñera respondió «El objetivo es poner orden en nuestra casa a través una política ordenada, segura y regular que permita la inmigración legal y combata la ilegal».
La promulgación de la ley se produce en un momento de auge migratorio, especialmente en la frontera norte, entre Chile y Bolivia, según el Departamento de Extranjería y Migración, hay 1,4 millones de migrantes en Chile, lo que equivale a más del 7 % de la población y los venezolanos son los más numerosos, seguidos de peruanos, haitianos y colombianos.