Los científicos no tienen claro si los escualos se congregan allí para alimentarse en sus aguas ricas en calamares y peces o para aparearse.
Los investigadores utilizaron equipos para monitorear el movimiento de los tiburones y descubrieron que realizaban inmersiones inusualmente profundas, hasta de casi un kilómetro, y también que los machos mostraban un comportamiento diferente al de las hembras.
Los tiburones macho se movían arriba y abajo en una trayectoria en forma de V hasta 140 veces al día. Mientras, las hembras continuaban con su comportamiento habitual, sumergiéndose en la profundidad durante el día y nadando en superficie por las noches
«O están comiendo algo diferente o esto está relacionado de alguna manera con su apareamiento», supuso Salvador Jorgensen, uno de los jefes de la expedición.
«Lo que hemos aprendido a través de nuestra investigación es que esta capa de aguas intermedias es extremadamente importante para los tiburones blancos», dijo.