La historia del asesinato de una joven de 23 años con 8 meses de embarazo sacude a la ciudad brasileña de Minas Gerais. El cadáver fue encontrado el pasado martes con claros signos de violencia y con una particularidad: no tenía a la bebé. Una mujer, obsesionada con tener un hijo, la ató a un árbol con un alambre de púa y le sacó a la nena.
Angelina Ferreira Rodrigues, de 40 años, confesó el crimen y ya está en la cárcel de la ciudad. A pesar de que la mujer dice que actuó sola, la Policía Civil detuvo a su pareja y busca a otros involucrados. La recién nacida está estable en un hospital de Patos de Minas, en el Alto Paranaíba.
El crimen se dio a conocer después de que Angelina llegó a un hospital con la nena en los brazos y aseguró que había tenido un parto. Sin embargo, ante las claras muestras de desconfianza de los médicos por su negativa de realizarse exámenes, ella misma no pudo sostener la mentira y confesó.
El cuerpo de Mara Cristina Ribeiro fue encontrado por la Policía al día siguiente atado a un árbol con un alambre de púa al costado de una ruta con un corte muy grande en el abdomen.
Detalles del crimen
En declaraciones a la Policía Civil, la mujer confesó el crimen y negó la participación del esposo y de una tercera persona en el caso. Sin embargo, la Policía duda de su versión y creen que hay otros involucrados. “Creemos que el esposo y una tercera persona participaron, pero todo esto dependerá de una investigación policial. Las pruebas muestran que Angelina no estaba embarazada y creemos que el crimen fue premeditado«, dijeron los oficiales.
“Ella confesó que atrajo a la joven a las márgenes de la ruta y allí le dio alcohol, cuando estaba dopada, la amarró con un alambre de púa y, entonces, abrió la barriga de ella para sacar a la bebé», contó un agente, según detalló el medio brasilero G1 Globo.
El caso de Savanna Greywind
El asesinato de Mara Cristina hace recordar a un crimen que horrorizó a Estados Unidos hace un poco más de un año. Savanna Greywind estaba embarazada de 8 meses cuando desapareció el 19 de agosto de 2017 en la ciudad de Fargo (Dakota del Norte, Estados Unidos). Ese día, había ido a la casa de unos vecinos para ayudar con un «proyecto de costura». No se supo más nada de ella hasta que unos días después unos kayakistas encontraron su cuerpo envuelto en plásticos en un río de la zona.
La Policía reveló que la mujer, que trabajaba como enfermera auxiliar en una residencia de mayores, fue «asesinada violentamente», y los fiscales acusaron a sus vecinos -Brooke Lynn Crews (38) y William Henry Hoehn (32)- de matarla para quedarse con su recién nacido.
