La pandemia de la covid y los efectos de las tormentas tropicales eta e iota han desvelado los entornos de violencia y vulnerabilidad que sufren las mujeres y niñas en honduras, sumado a estas catástrofes la poca investigación agudiza los ataques perpetrados contra las mujeres.
La falta de políticas de seguridad y la judicialización ha permitido que los crímenes de odio sean cada vez más frecuentes.
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Las defensoras de los derechos de la mujer señalan que la explotación sexual comercial, intento de homicidio, agresiones sexuales y sicológicas son los tipos de agresión de mayor incidencia durante el 2021.
