Se agudiza la crisis que viven los sacerdotes católicos en Nicaragüa. Los feligreses ven repetirse la historia de los años 80. En los últimos meses, el gobierno de Daniel Ortega cerró emisoras de radio y Televisión católicas, asedió iglesias, encarceló un cura y forzó al exilio a religiosos tras acusarlos de conspiración.
Todo empezó porque Ortega le confió a la iglesia católica, la organización y garantía de un diálogo entre la oposición y su gobierno, ya que Nicaragua estaba paralizada por protestas que pedían su renuncia.
Después del fracaso de dos rondas de diálogos, tanto Ortega como su esposa, responsabilizaron a los religiosos de lo que calificaron como “intento de golpe de Estado”. Veamos a continuación lo que están viviendo los sacerdotes en Nicaragüa.