Luiz Inácio Lula da Silva, presidente electo de Brasil, comenzará su mandato este domingo 1 de enero, con grandes retos por delante. El líder de izquierda deberá afrontar los problemas económicos arrastrados de la pandemia, así como la crisis social y ambiental.
Economía
A pesar de que Brasil afronta un crecimiento por encima de lo esperado y tiene un desempleo a la baja, la deuda pública que deja el Gobierno de Jair Bolsonaro es superior a la que recibió cuando asumió en el poder.
La deuda del país sudamericano se sitúa en el 77,6% del PIB, lo que podría convertirse en una bomba fiscal para el nuevo Gobierno.
El PIB de Brasil creció en 1,2% en el segundo semestre de 2022, lo que obligará a la gestión de Lula a elevar las proyecciones al 2,7% anual.
Social
El desempleo en Brasil bajó al 9,1% entre mayo y junio de 2022, sin embargo, el trabajo informal se ha elevado a los 13,1 millones de brasileros que representan el 39,8 % de la población activa.
Se calcula que alrededor de 33 millones de brasileños pasan hambre y 9,9 millones están desempleados. La emergencia alimentaria es más alta en el norte y noroeste del país.
Seguridad
Al día más de 1.300 armas nuevas son compradas por civiles. Lula da Silva tendrá que brindar seguridad a los ciudadanos que hoy se sienten inseguros.
Política Ambiental
El Gobierno de Bolsonaro ha sido duramente criticado por la crisis ambiental y la falta de protección de la selva amazónica, la cual se profundizó alcanzando una deforestación histórica en los primeros meses del 2022.