Como un homenaje al prócer José Trinidad Reyes, se estableció el 17 de septiembre como el día del maestro hondureño, reconociendo de esta manera la vocación, el arduo trabajo y el espíritu de entrega de los educadores que por segundo año consecutivo sufren las consecuencias de la pandemia sanitaria que en menos de 24 horas les ha arrebatado la valiosa vida de cinco de sus miembros.
Además de los altos índices de contagios y muertes por la covid-19, el magisterio también sufre el abandono estatal por lo que solicitan un reajuste salarial y mejores condiciones para el ejercicio de sus labores.