El Estado Vaticano se pronunció y advirtió a sus empleados que de negarse a la vacuna del coronavirus podrían ser sancionados de diferentes formas entre ellas el despido, ya que al no hacerlo están poniendo en riesgo la salud pública.
En un decreto girado desde la presidencia del Estado de la Ciudad del Vaticano, se establecen las medidas que van desde sanciones económicas a quien no cumpla las normas de emergencia de sanidad publica, y si se persiste se podrá llegar «a terminar la relación laboral».
El Vaticano comenzó el mes pasado su campaña de vacunación, reservando cerca de 10mil vacunas, para sus aproximadamente 800 residentes, más de 3000 empleados y familias.
El papa Francisco, de 84 años, ha recibido la segunda dosis de la vacuna contra el coronavirus, y manifestó que una entrevista que “éticamente todo el mundo tiene que vacunarse. Es una opción ética porque concierne a tu vida, pero también a la de los demás»
