El presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, ha afirmado que «su único pecado» son las ejecuciones extrajudiciales. «Dije a los militares, ¿cuáles son mis pecados? ¿Robé dinero? ¿Ni que sea solo un peso?», ha preguntado el presidente durante un discurso en su palacio presidencial este jueves. «Mi único pecado son las ejecuciones extrajudiciales», ha afirmado.
Duterte ha hecho estos comentarios mientras criticaba al presidente del Partido Liberal, Francis Pangilinan, quien, en su opinión, habla como si no tuviera defectos, reporta The Philippine Star.
Esta no es la primera vez que Duterte menciona las ejecuciones extrajudiciales, aunque siempre negó que estuvieran patrocinadas por el Estado. En marzo, la Corte Penal Internacional (CPI) confirmó que estaba investigando las alegaciones de que Duterte había cometido crímenes contra la humanidad como parte de su guerra contra las drogas, tanto cuando ocupaba el cargo de alcalde de Davao como en calidad de presidente. En respuesta, Duterte anunció que retiraba a las Filipinas del Estatuto de Roma, que otorga a la CPI la jurisdicción para investigar el país.
Unas horas después de la última declaración, el portavoz del presidente, Harry Roque, aclaró que el presidente no hablaba «en serio», sino que estaba «bromeando». Añadió que lo que quería decir era que las ejecuciones extrajudiciales eran el único asunto del que se acusa a su Administración.
Amnistía Internacional ha advertido, a su vez, que el comentario de Duterte «debería ser de interés para la CPI». «Este comentario en ‘broma’ es una crueldad grotesca en el mejor de los casos y, en el peor, una acusación condenatoria de la campaña asesina de su Gobierno. No es un momento para ‘bromear’, las ejecuciones deben parar», ha afirmado Minar Pimple, director general de Operaciones Globales de Amnistía Internacional.
