El efecto del verano extendido está comenzando a pasar factura y es que la perdida de los trabajos agrícolas es inminente ante el cambio climático, a la falta de lluvia inician las sequias que provocan perdidas de cosechas anteriormente se han conocido pérdidas en 281 mil hectáreas de frijol y maíz en Guatemala, El Salvador y Honduras según informes anteriores del programa mundial de alimentos.