Al menos 54.000 residentes y trabajadores de hogares de ancianos y otro tipo de instalaciones de atención a los adultos mayores murieron como consecuencia del coronavirus en los Estados Unidos, según una base de datos elaborada por The New York Times. Hasta el 26 de junio, el virus ha infectado a más de 282.000 personas en unas 12.000 instalaciones de ese tipo.
El número se condice con estadísticas elaboradas sobre lo ocurrido en otros países del mundo fuertemente golpeados por la enfermedad, como Italia y España.
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), la población de los hogares de ancianos corren un alto riesgo de infectarse y morir por el nuevo coronavirus. Se sabe que COVID-19, la enfermedad causada por el coronavirus, es particularmente letal para adultos desde los 60 años o para quienes tienen otros problemas de salud subyacentes.
Además, es más probable que el virus se propague fácilmente en espacios de este tipo, donde muchas personas viven en un entorno confinado y los trabajadores se mueven de una habitación a otra.
Mientras que el 11% de los contagios del país se produjeron en centros de cuidado para adultos, las muertes relacionadas con Covid-19 en estos centros representan más del 43% de los fallecimientos por la pandemia en el país.