En Malawi, según las autoridades, al menos 225 personas han muerto y otras 700 han resultado heridas. El ciclón ha desplazado a 88.000 personas y ha afectado a 186.000 en total.
La ONU y sus socios humanitarios están intensificando la respuesta en apoyo del esfuerzo de socorro liderado por el gobierno. Las autoridades dicen que existe el riesgo de más inundaciones y que muchas personas siguen atrapadas.
La prioridad inmediata del Gobierno es la búsqueda y el rescate. OCHA se está coordinando con las autoridades para movilizar equipos adicionales, pero las difíciles condiciones climáticas han obstaculizado los esfuerzos de rescate. En los últimos dos días, al menos 178 personas han sido rescatadas, incluso con el apoyo de embarcaciones del Programa Mundial de Alimentos.
A pesar de las inclemencias del tiempo, OCHA está trasladando suministros vitales a Blantyre, la segunda ciudad más grande, y hacia los distritos más afectados. Estos suministros incluyen alimentos, refugio, ropa de cama, juegos de cocina, letrinas móviles, suministros médicos y kits de dignidad e higiene. Estamos buscando expandir las operaciones tan pronto como despejen las lluvias.
Los trabajadores humanitarios están apoyando al Centro de Operaciones de Emergencia de Malawi en la coordinación y las evaluaciones, y los expertos de UNOSAT están examinando el impacto de la tormenta.
En Mozambique, según las autoridades, la segunda llegada del ciclón afectó a casi 94.000 personas en cinco provincias, además de las más de 239.000 personas afectadas por las inundaciones en el sur y centro de Mozambique cuando la tormenta azotó el país por primera vez.
El impacto de las lluvias torrenciales y las inundaciones es preocupante, sobre todo porque el cólera se propaga a más zonas del país. El número de casos va en aumento. Hasta ayer se habían reportado 54 muertes y cerca de 8.700 casos.
En la provincia de Zambezia, más de 9.000 viviendas han quedado parcial o totalmente destruidas. Grandes extensiones de tierra están bajo el agua y las carreteras no son transitables, lo que dificulta que los trabajadores humanitarios realicen evaluaciones.
Aun así, los socios humanitarios han enviado suficientes botiquines médicos para 150.000 personas durante tres meses, así como pruebas rápidas de cólera, tiendas de campaña y combustible para apoyar al Hospital General de Quelimane. En la provincia de Inhambane han repartido kits de higiene, así como comida suficiente para 245 personas.
Si bien el impacto humanitario completo de la crisis solo se conocerá en los próximos días, está claro que las inversiones en iniciativas de alerta temprana y acción temprana dirigidas por el gobierno han resultado en menos muertes. Sin embargo, el impacto humanitario inmediato y las implicaciones económicas a largo plazo para Mozambique son enormes.