El parlamento holandés aprobó este jueves un plan del primer ministro, Mark Rutte, para imponer un toque de queda ante el avance del COVID-19 en el país. El Gobierno informó que la medida comenzará a regir a partir del próximo sábado.
Los parlamentarios respaldaron la propuesta con la condición de que comience media hora más tarde de lo previsto originalmente, lo que significa que se extenderá entre las 9 pm y las 4:30 am.
La propuesta había enfrentado algunas críticas lideradas por el político de extrema derecha Geert Wilders, pero finalmente fue aprobada por la coalición de Rutte y varios otros partidos de oposición.
Wilders, líder del partido PVV anti-Islam, dijo sin embargo que el plan de toque de queda era “descuidado” y “desproporcionado”. “Estoy aquí por la libertad. Yo mismo la perdí”, dijo Wilders, quien durante años ha vivido con seguridad las 24 horas debido a amenazas de muerte.