El único portaviones ruso, el Admiral Kuznetsov, que se encuentra en reparación tras el cumplimiento de sus misiones contra los terroristas en Siria, ha sufrido series desperfectos al accidentarse el dique flotante PD-50 en la planta de reparación de buques en Múrmansk (en el extremo noroeste de Rusia).
El incidente ocurrió la noche del lunes al martes durante el hundimiento de un dique flotante, cuando una grúa de 70 toneladas de peso dañó en su caída el casco del portaaviones y su cubierta de vuelo. Al margen de los daños materiales, el suceso dejó un saldo de cuatro personas heridas y una desaparecida.
«Cuando cayó la grúa, dejó un agujero de 4 por 5 metros. Pero al mismo tiempo, estas son […] estructuras que se reparan fácil y rápidamente», aseguró Alexéi Rajmánov, presidente de la Corporación Naviera Unificada de Rusia, en declaraciones citadas por RIA Novosti.