Desde que entró en vigencia el estado de excepción, muchos hondureños han observado detalladamente las intervenciones de los agentes facultados en seguridad, y en su mayoría coinciden que esta medida no es suficiente para atacar de raíz delitos como la extorsión, qué tanto atemorizan a la población.
Estado de excepción no es suficiente para contrarrestar delitos como la extorsión
