La Casa Blanca aseguró el miércoles que los negociadores de Estados Unidos y China mantuvieron conversaciones comerciales “constructivas” sobre su guerra arancelaria, después de que el presidente Donald Trump sacudiera los mercados financieros al acusar a Beijing de intentar forzar un estancamiento con la esperanza de que él no sea reelegido en 2020.
La reunión _cuyo objetivo era poner fin a una guerra arancelaria por el comercio y la tecnología_ terminó el miércoles en la tarde, unos 40 minutos antes de lo previsto.
Trump elevó los aranceles a productos chinos valorados en 250.000 millones de dólares, mientras que Beijing respondió gravando las exportaciones estadounidenses a China por valor de 110.000 millones de dólares.
El liderazgo chino se resiste a la presión de Washington para abandonar sus planes de crear industrias líderes en robótica, inteligencia artificial y otras tecnologías, patrocinadas por el Estado. Estados Unidos se queja de que estos esfuerzos se basan en la presión o el robo a empresas extranjeras para que compartan su tecnología.