Un reciente informe gubernamental recogido por el diario Var-Matin ha revelado que al menos 30 funcionarios públicos franceses recibieron sus salarios por no hacer nada durante más de 25 años.
La Oficina de Auditoría Regional de Provenza-Alpes-Costa Azul descubrió que durante ese periodo se destinaron más de un millón de euros (1,129 millones de dólares) al año para pagar los sueldos de una treintena de «trabajadores fantasma» de las ciudades de La Seyne-sur-Mer, Tolón y Cogolin, en el departamento sureño Var, donde algunos de ellos se beneficiaron de estas circunstancias por incluso 28 años.
Esta situación empieza a principios de la década de 1990, cuando los funcionarios perdieron sus empleos debido a la privatización de los servicios de gestión de agua y residuos. Las autoridades locales no pudieron encontrarles trabajos de reemplazo y según lo dispuesto por ley estaban obligadas a seguir pagándoles el salario.
El documento también señala que uno de los funcionarios cobró el sueldo público durante ocho años (de 2009 a 2017) mientras trabajaba simultáneamente en el sector privado, mientras que otros se beneficiaron de ascensos y aumentos salariales por antigüedad de servicio sin haber cumplido los mínimos establecidos.
El informe destaca la acción de estos trabajadores, que además no solicitaban su retiro de la nómina del Gobierno hasta la edad máxima de jubilación (67 años) para maximizar sus pensiones, y remarca la incapacidad de las autoridades para encontrar un nuevo trabajo para los funcionarios.
