Este domingo, el papa Francisco presidió la misa del domingo de ramos, un día después de recibir el alta médica tras permanecer durante tres días en un hospital Roma por una infección respiratoria.
Su estado de salud generó gran preocupación a nivel mundial e incluso estuvo en vilo su participación en la inauguración de la Semana Santa, una de las celebraciones más importantes para la comunidad católica alrededor del mundo.
El papa aprovechó su intervención para agradecer las oraciones por su salud y los mensajes que recibió mientras estuvo internado en el hospital Gemelli de Roma, desde el pasado miércoles.
“Les agradezco su participación y también sus oraciones, que se intensificaron durante estos últimos días. ¡Gracias, gracias de verdad!», dijo Francisco.
A pesar de que, en su primera aparición pública para una ceremonia oficial, Francisco se veía pálido y durante su homilía hablaba con dificultad, pudo dirigir sin problemas la misa de ramos ante miles de feligreses que se agolparon en la plaza de San Pedro.
Durante su homilía denunció la soledad de los enfermos y habló de las personas abandonadas.
«Hay tantos cristianos abandonados, invisibles, escondidos, que son descartados con guante blanco: niños no nacidos, ancianos que han sido dejados solos, enfermos no visitados, discapacitados ignorados, jóvenes que sienten un gran vacío interior sin que nadie escuche realmente su grito de dolor», subrayó.
Al final de la misa, Francisco recorrió la plaza en papamóvil para saludar a los más de 60.000 fieles que asistieron.
Al sumo pontífice le espera una semana agotadora, debido a las celebraciones por la Semana Mayor que se extenderá hasta el próximo domingo.
El jueves santo se tiene previsto que Bergoglio presida la misa «In Coena Domini» en la cárcel de menores de Casal del Marmo en Roma. El portavoz del papa, Matteo Bruni, informó que esta misa se celebrará de «forma privada», a una hora aún por fijar.
Cabe recordar que cuando Francisco fungía como arzobispo de Buenos Aires solía visitar las cárceles el Jueves Santo y practicar allí el rito del lavatorio de pies a pobres, marginados y desamparados.
Entretanto, todavía no hay agenda confirmada para el Vía Crucis nocturno del Viernes Santo en el Coliseo Romano, al que suelen asistir fieles y turistas de todo el mundo.
Se espera que el Domingo de Pascua se lleve a cabo la bendición «Urbi et Orbi» dirigida a la ciudad y al mundo. Además, se espera que, como se hace tradicionalmente, el papa se asome desde la logia central de la basílica de San Pedro para leer el mensaje sobre los problemas del mundo.
