En una carta dirigida a la canciller María Fernanda Espinosa, el pasado 22 de febrero, la secretaria de Relaciones Exteriores de Honduras, María Dolores Agüero, expresó su malestar y sorpresa tras conocer que Ecuador propuso su propia candidatura para la Presidencia de la 73ª Asamblea General de las Naciones Unidas, cuando ya había un compromiso –sellado en el 2015 por los cancilleres de entonces, Arturo Corrales y Ricardo Patiño– para apoyar al país centroamericano.
Ambos habían acordado que Honduras respalde a Patricio Pazmiño Freire como juez de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (cargo que lo ejerce desde 2016) a cambio de que Ecuador apoye a Honduras en la Presidencia de la Asamblea General. La elección se realizará en junio de este año.
“Lamento mucho que el Gobierno Ecuatoriano haya decidido no honrar su propia propuesta, habiendo ya cumplido mi Gobierno su compromiso con relación a la elección del juez Patricio Pazmiño” (sic), señala Agüero en su carta.
Agrega que Ecuador ejerció la Presidencia de la 28ª Asamblea General en 1973, que la práctica diplomática es que ningún país repita y que Honduras nunca ha logrado tal objetivo. “A la luz del refrescamiento de estos hechos, insto… a vuestra excelencia a reconsiderar su postulación, desistiendo de la misma”.
