Este lunes, Irán ejecutó públicamente a una segunda persona vinculada con las protestas que han sacudido al país durante varios meses tras la muerte de Mahsa Amini.
El régimen llevó a cabo esta segunda actuación a pesar de la indignación internacional que ha suscitado la aplicación de pena capital (condena a muerte) contra los implicados en las manifestaciones.
Según informaciones oficiales, Majidreza Rahnavard, de 23 años, había sido sentenciado a muerte por un tribunal de la ciudad de Mashhad, por supuestamente asesinar a dos miembros de las fuerzas de seguridad iraníes y herir a otras cuatro personas.