Las autoridades migratorias de Japón permiten desde este martes trabajar a tiempo parcial bajo un permiso especial temporal a las personas que quedaron varadas en el país por la pandemia de COVID-19 y están atravesando dificultades financieras.
La medida está dirigida a unas 21 000 personas de nacionalidad no japonesa que llegaron a Japón con permisos de residencia de corta duración, de estudiante o como participantes de su programa de formación técnica y que no pueden salir del país, a menudo por las restricciones migratorias aplicadas por los territorios de destino.
La Oficina de Inmigración de Japón, que ha aplicado sucesivamente excepciones a la prolongación de los visados de personas afectadas, explicó en un comunicado publicado este martes que el permiso se prolongará seis meses y que busca facilitar que los afectados se sustenten hasta que regresen a su país de residencia habitual.