La joven estadounidense de 20 años que el mes pasado se arrancó lo ojos mientras estaba drogada dijo que lo hizo para «acercarse a Dios» y asegura que «la vida es más hermosa ahora», según una entrevista publicada por la revista People.
Kaylee Muthart fue hallada el 6 de febrero en una iglesia de Anderson, en Carolina del Sur, sacándose los ojos con las manos. Había consumido metanfetaminas y se encontraba en un estado de delirio tal que incluso se resistió violentamente a quienes intentaron frenarla.
Cuando un grupo de policías logró finalmente reducirla y llevarla luego al Hospital de Greenville, ya era demasiado tarde: había quedado completamente ciega.
La muchacha salió del hospital el 1 de marzo, tras una larga estadía en la que no sólo recibió atención médica sino también psiquiátrica.