El juicio iniciado contra un ejecutivo de una hidroeléctrica acusado de ser uno de los autores intelectuales del asesinato de la ambientalista Berta Cáceres representa una oportunidad para que se haga justicia, sin embargo organizaciones defensoras de los derechos de la mujer denuncian anomalías en el proceso, tales como negar acceso a los familiares.
En cuanto al asesinato de la jueza Beatriz Castellanos, la feminista considera que las organizaciones criminales ponen en evidencia la vulnerabilidad de la justicia hondureña.