El gobierno de Estados Unidos, liderado por el presidente Joe Biden, podría expandir su plan migratorio que busca evitar que miles de personas que buscan asilo en Estados Unidos realicen el viaje de manera irregular.
Este plan ya se aplica a personas originarias de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela. El asesor de Seguridad Nacional, Jake Sullivan, ha comentado: «Dimos nuestro primer paso en octubre; dimos nuestro segundo paso en enero, no hay razón para creer que no habrá un tercer paso en algún momento. Estamos abiertos a eso».
Sullivan se refiere a la decisión de octubre de aceptar hasta 24,000 inmigrantes originarios de Venezuela que soliciten protección temporal a través de la aplicación «CBP One».
Para ser aceptado en el programa, el inmigrante debe tener un patrocinador en Estados Unidos y pasar los cuestionamientos y revisión de seguridad.
Si es aceptado, recibirá una cita para presentarse ante autoridades migratorias y recibirá protección temporal contra la deportación.
Sin embargo, el programa ha generado opiniones encontradas entre los defensores de inmigrantes, ya que no es considerado una solución al problema de las peticiones de asilo y no incluye a aquellas personas que lleguen a los puertos fronterizos sin cita.
Aquellos que ingresen irregularmente a Estados Unidos serán expulsados de manera expedita bajo el Título 42 y el Título 8.
Organizaciones civiles han criticado que el programa pretende recibir a unos 30,000 inmigrantes mensuales y que aquellos que sean expulsados de manera expedita serán enviados a México, país que ha aceptado recibir a unos 30,000 inmigrantes mensuales bajo sus programas de refugio.
Sullivan ha declarado que la cumbre no abordará la posible expansión del programa con relación a las personas que pueden ser enviadas a México.
El presidente Biden ha visitado la frontera desde El Paso, Texas, donde se reunió con elementos de la Patrulla Fronteriza y anunció que enviaría más recursos para la vigilancia.
