La Corte Internacional de Justicia (CIJ) emitió su veredicto final sobre la disputa entre Chile y Bolivia por el estatuto de las aguas del río Silala, lo que pone fin al litigio legal entre ambas naciones desde 2016.
Según la CIJ, ambos países llegaron a un acuerdo durante el procedimiento en La Haya. Las partes se aproximaron al punto de tornar innecesario que la alta jurisdicción del sistema de Naciones Unidas (ONU) se inclinara entre un sentido u otro.
En ese contexto, la más alta jurisdicción de la ONU constató que en seis de los ocho puntos en discusión hubo coincidencias evidentes que eliminaron la necesidad de un pronunciamiento, debido a que “no hay dudas” de que el Silala es un curso de agua internacional y que ambas partes están de acuerdo.
Con la postura adoptada por la CIJ, queda en firme la solicitud de Chile, que pedía al órgano que declarara al Silala formalmente como un curso de agua internacional, no obstante, los dos países se consideran favorecidos por el fallo.
«Ha concluido la controversia sobre la naturaleza y uso de las aguas del Silala, y a partir de ahora con base al fallo, Bolivia ejercerá los derechos que tiene sobre las aguas del Silala», declaró el ministro de Relaciones Exteriores de Bolivia, Rogelio Mayta.
Por su parte, la representante de Chile en el caso, Ximena Fuentes, consideró la decisión como “buena”, y señaló que ahora los dos países podrían «pasar la página» y profundizar la cooperación en materia de recursos hídricos.
Este afluente, que nace en humedales de altura en el departamento de Potosí (Bolivia) y que en su trayecto atraviesa la frontera con Chile, era motivo de disputa desde 2016 entre ambas naciones.
El caso llegó ante la CIJ, en 2016, cuando Chile solicitó al órgano judicial que declarara al Silala formalmente como un curso de agua internacional para garantizar sus derechos sobre el uso de sus aguas en territorio chileno.
