Los problemas de salud mental causados por la COVID-19 tendrán unos costes «monumentales» y permanecerán tras conseguir la inmunidad, sobre todo los originados por el trauma y el impacto socioeconómico de la pandemia.
Son conclusiones de una investigación del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGLobal), centro impulsado por la Fundación española «la Caixa», en el que se urge a destinar más recursos e incluir los servicios de salud mental como esenciales.