«Lo quieran o no lo quieran los de la mafia del poder, el Tren Maya va. Lo quiera o no quiera la prensa ‘fifí’. Vamos a construir esta línea para el ferrocarril, 1.500 kilómetros», aseguró el fin de semana Andrés Manuel López Obrador, presidente electo de México.
Lo hizo en el estado de Campeche, al sudeste de México, una de las entidades por las que correrá el tren rápido turístico, que también será de carga, y cuya construcción representará una inversión de entre 120.000 millones y 150.000.millones de pesos (aproximadamente 7.000 millones de dólares).
El tren recorrerá los estados de Chiapas, Tabasco, Campeche, Yucatán, Quintana Roo, al sudeste de México, con el fin de comunicar «esta región, que es la más abandonada, y al mismo tiempo la que tiene más riqueza cultural, porque están las zonas arqueológicas más importantes en el mundo», destacó López Obrador al reunirse el pasado 13 de octubre con los gobernantes de esas entidades.
