La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha pedido a todas las compañías que están desarrollando vacunas y otros productos contra la COVID-19, incluidas Rusia y China, que le sometan sus datos científicos para evaluarlos y dar el visto bueno para su uso de emergencia.
«Para que la OMS tenga una posición sobre las vacunas de Rusia y China tiene que ver los datos específicos. Lo que pedimos es que los países colaboren con nosotros y nos transmitan todos sus datos para que podamos ofrecer una opinión rápida sobre sus productos», declaró hoy un alto funcionario de la OMS en Ginebra, Bruce Aylward.
Los organismos reguladores de referencia mundial, el de Estados Unidos y el de la Unión Europea, han recibido peticiones para aprobar el uso de emergencia de tres vacunas que han concluido la fase 3 de ensayos clínicos, en las que participado de 30 000 a más voluntarios en cada caso.
EEUU ya ha aprobado la primera, desarrollada por Pfizer/BioNTech, y esta semana ha empezado a vacunar con ella a los grupos de mayor riesgo.