Agentes de la Patrulla Fronteriza en la estación Eagle Pass South de Texas buscan a un niño de tres años que fue reportado como desaparecido el martes, cuando pasaba con su madre el Río Grande.
La mujer y el menor fueron arrastrados por la fuerte corriente alrededor de la 1:30 am.
La Oficina de Aduanas y Control Fronterizo (CBP) reportó que eran parte de un grupo de 12 migrantes que intentaba cruzar el Río Grande cerca de la garita internacional.
“Los agentes comenzaron inmediatamente los esfuerzos de búsqueda y rescate para localizar a la madre y al niño, con la ayuda de los aviones de la unidad de Operaciones Aéreas y Marítimas de la CBP”, señaló la agencia federal en un comunicado.
Alrededor de las 11:00 am de ese mismo día, cuando ya habían pasado unas 10 horas desde que inició el operativo de búsqueda, oficiales fronterizos a bordo de una lancha localizaron un cadáver que coincidía con la descripción de la mamá del menor.
“La búsqueda del niño de 3 años está en curso”, dijo la CBP.
La mujer ha sido descrita como una hondureña de 28 años. No se ha revelado su nombre, ni la causa de su muerte. Su cuerpo fue entregado a las autoridades del condado de Maverick.
“Esta es una tragedia desgarradora que ocurre con demasiada frecuencia”, lamentó Raúl L. Ruiz, encargado del sector Del Río de la Patrulla Fronteriza.
“Los agentes de la Patrulla Fronteriza están utilizando todos los recursos disponibles en la búsqueda del niño desaparecido», agregó el funcionario.
En las últimas semanas varios migrantes, incluyendo niños, se han ahogado en ese río tratando de cruzar hacia Estados Unidos para pedir asilo. La mayoría de los fallecidos eran centroamericanos.
A mediados de junio se reportó que siete cuerpos fueron hallados en el Río Grande, en el canal que divide El Paso, Texas, de Ciudad Juárez, México. Las víctimas son una niña, cinco hombres y una mujer.
Ese mismo mes, la imagen de un padre y su hija un año y once meses que se ahogaron tratando de llegar a Texas mostró con crudeza la crisis migratoria en la frontera suroeste.
Óscar Alberto Martínez Ramírez, de 25 años, y su hija Angie Valeria jamás llegaron a su destino. La peligrosa corriente del Bravo les arrebató la vida. En la imagen se observa a la niña dentro de la camisa negra del migrante salvadoreño. Su brazo derecho quedó sobre el cuello de su padre.
