El exmandatario y economista de prestigio del Ecuador se encuentra en el
pais invitado por la primera mujer presidenta de Honduras.
La presidenta Xiomara Castro está decidida “a gobernar en función del bien
común» pese haber heredado un gobierno cuyos ingresos están comprometidos
en un 41 por ciento para el pago del servicio de la deuda, expresó hoy el
expresidente del Ecuador, Rafael Correa.
El exmandatario suramericano se encuentra en el país invitado por el gobierno
para que, en su condición de economista y consultor, contribuya a hacer un
diagnóstico y recomendaciones sobre la situación financiera del país.
Lo primero que encontró, dijo Correa en conferencia de prensa en Casa
Presidencial, es que los problemas de Honduras son parecidos en un 95 por
ciento a los del Ecuador cuando él asumió en 2007.
“De inmediato, el problema coyuntural más grave que tiene el gobierno es lo que
le heredó del anterior con un 41 por ciento de ingresos no financieros de
presupuesto comprometido para servicio de deuda», resaltó Correa.
Pese a este panorama sombrio «la razón de ser del poder público es el bien
común y el gobierno de la presidenta Xiomara Castro está dispuesto a gobernar
en función del bien común», afirmó.
Otro problema heredado, es que el gobierno hondureño está «consumiendo más
de lo que gana, eso se llama déficit operacional y es terriblemente grave”.
El dos veces presidente del Ecuador defendió los subsidios dirigidos a los pobres
y rechazó que eso sea populismo, término que no usan los críticos cuando esas
ayudas van para los ricos que prefieren llamarlas “incentivos».
Destacó el papel de los migrantes en la economía de Honduras y reflexionó que
«a Honduras lo mantienen los pobres con las remesas que son un 26 por ciento
del Producto Interno Bruto».
Correa declaró que el “haber tenido el privilegio de dirigir durante diez años un
país en vías de desarrollo y, a la vez, ser un estudioso del desarrollo, permite las
condiciones para poder aportar algo a Honduras».