A raíz de mostrar incapacidad, falta de sentido común y raciocinio; los empleados municipales fueron acusados por los delitos de torturas, abuso de autoridad, violación a los deberes de los funcionarios y lesiones.
Fue el 14 de marzo que los Amigos Municipales de Tránsito (AMT) o policías municipales procedieron a desalojar de una vivienda abandonada a un enfermo mental, pero sin la más mínima idea de cómo hacer para bajarlo de una segunda planta, contando solo con una frágil escalera, colocada contra la pared en un ángulo muy pronunciado y para rematar con las manos atadas hacia atrás, por lo que optaron por empujar al ciudadano a que bajara como pudiera.
Siendo así que no pudo bajar ni dos peldaños seguidos y como es lógico, el hombre se fue al suelo de una vez, cayendo sobre su costado izquierdo, lo que le provocó fracturas óseas.
En este sentido el Ministerio Público (MP) tomó el caso y decidió acusar a Adán Almendárez Echeverría, Samuel Elías Archaga Hernández, Juan de Dios Sánchez Benítez, Wilmer Alexander Ruiz Alonzo, Geovany Alexander Cruz Martínez y Carlos Enrique Benítez.
