El Reino Unido se convirtió el miércoles en el primer país del mundo que aprueba la vacuna de Pfizer/BioNTech, un paso «histórico» en la lucha contra la COVID-19, que sigue batiendo récords de mortalidad en Estados Unidos.
El gobierno británico anunció que la vacuna, que cumple «estrictas normas de seguridad, calidad y eficacia», estará disponible a partir de la próxima semana en el país más castigado de Europa con 59 000 muertes confirmadas por covid-19.
La Agencia Reguladora de Medicamentos y Productos Sanitarios (MHRA) británica aseguró que, pese a la rapidez de su aprobación, esta se hizo respetando todos los protocolos y sin precipitación.
La luz verde del regulador británico es un «momento histórico», según el presidente del laboratorio estadounidense Pfizer, Albert Bourla, que desarrolla este proyecto con el alemán BioNTech.