El presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, ha bromeado con el consumo de marihuana mientras se quejaba de la cumbre de la Asociación de las Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN, por sus siglas en inglés) del pasado mes de noviembre.
«Empleo marihuana para mantenerme despierto», dijo en un primer momento durante un discurso en la entrega de premios a los funcionarios del Consejo Nacional Organizador de la ASEAN. Más adelante matizó ante los periodistas que le gusta hacer bromas y que con su comentario trataba de «agitar el árbol» en medio de la charla, ya que sin ellas «sería aburrido», según recoge un medio local.
No es la primera actitud polémica frente a la ASEAN ya que, con anterioridad, Duterte no asistió a varias de sus reuniones para echarse una siesta.
Así pues, las declaraciones se enmarcan en el contexto de una controvertida guerra contra las drogas con un resultado de cerca de 5.000 sospechosos de narcotráfico muertos.
Carlos Conde, activista de Human Rights Watch, afirmó que las palabras del presidente filipino «enfadarán aún más a las familias». «Hay una desconexión entre lo que el presidente ha admitido hacer y lo que hará a quienes usan esas drogas», añadió Conde.
