Por unanimidad, con 127 votos a favor, el Senado mexicano aprobó, de manera histórica, el dictamen de reformas constitucionales para crear la Guardia Nacional.
De esta forma, después de 12 años se dota de un marco legal a las fuerzas armadas para hacer tareas de seguridad pública en las calles, aunque solo en un plazo de 5 años, tras el cual deberán regresar a los cuarteles.
La minuta, aprobada esta tarde, fue turnada para su discusión a la Cámara de Diputados.
Se trata del primer acuerdo legislativo alcanzado unánimemente por los diferentes partidos políticos, por ello los legisladores coincidieron en que es una decisión histórica.
Acuerdan modificaciones
Hasta la madrugada de este día, los coordinadores parlamentarios de todos los partidos políticos acordaron una serie de modificaciones a la minuta, entre ellos, establecer un periodo de 5 años para la participación del Ejército y la Marina en tareas de seguridad pública.
Asimismo, el acuerdo para la nueva ley incluye un ordenamiento para garantizar que el mando de la nueva fuerza quede en manos de civiles. Esto, a través de una Coordinación Interinstitucional que incluirá a mandos militares y civiles.
Dicha coordinación deberá informar anualmente al Senado sobre la labor de la Guardia Nacional.
Adicionalmente, se crearán leyes complementarias para regular el uso de la fuerza bajo estándares internacionales de «proporcionalidad y excepcionalidad» para la Guardia Nacional.
