El pasado martes, un fuerte sismo de magnitud 6,5 sacudió a Afganistán y zonas de Pakistán e India, generando terror en la población de estos países.
Según el Servicio Geológico de EE. UU. (USGS), con una profundidad de 187 km, el epicentro tuvo lugar en el noreste afgano, cerca de la ciudad de Jorm en la frontera con Pakistán y Tayikistán.
El saldo es preocupante: ya se cuentan 13 muertos y 230 heridos por el movimiento telúrico. Solo en Pakistán se registraron nueve de los decesos, entre ellos, dos niños.
El suceso ocurrió cerca de las 21:30 (hora de Kabul), que duró más de 30 segundos de duración, se sintió en Nueva Delhi, India, a más de 2.000 km de distancia del epicentro.
Según el Centro Sismológico Euro-Mediterráneo (EMSC), el sismo se dio en la montañosa del Hindú Kush, zona en la que constantemente chocan las placas tectónicas eurasiática e india.
“63 casas fueron destruidas y algunos animales murieron”, dijo el portavoz del Ministerio de Gestión de Desastres de Pakistán.
Cabe mencionar que el 22 de junio de 2022, más de mil personas murieron y decenas de miles quedaron sin casa tras un temblor de magnitud 5,9 que afectó a Afganistán.
Ese evento sísmico, que afectó a la provincia pobre de Paktika, ha sido el más mortífero desde hace un cuarto de siglo en el país asiático.
