La nueva caravana, que incluye menores de edad, parece que no toma en serio las amenazas del presidente estadounidense, quien amenazó con cerrar la frontera entre ambas naciones y obstaculizar el comercio en países como México. Estarían desafiando la política de “Tolerancia cero”
Parece que ni los militares, las cercas de alambras de púas o el mismo Trump impedirán que la caravana continúe su rumbo
La situación se ha tornado bastante complicada, incluso para Estados Unidos, luego de la renuncia de la secretaria de Seguridad Nacional (DHS) de Estados Unidos, Kirstjen Nielsen, encargada del tema fronterizo.
El Gobierno indicó en un comunicado que el martes llegó un vuelo desde San Antonio, Texas, a San Pedro Sula, con las primeras 12 familias deportadas del año, con 25 personas, 12 adultos y 13 menores.
Las caravanas se convirtieron en una forma popular de completar esta travesía, debido a que los migrantes afirman que encuentran seguridad en los números y ahorran el dinero que les pagarían a los coyotes.
