Este jueves, la 5ª Corte de Apelaciones del Circuito de EE.UU. declinó la apelación de los abogados de Andre Thomas, reo de Texas condenado a muerte por asesinar a sus dos hijos y su mujer, de quien la defensa había reclamado que debido a graves problemas mentales no debía estar en el corredor de muerte.
No obstante, la Corte permitió a la defensa de Thomas, de 35 años, avanzar con otras apelaciones. Una de las solicitudes en ese sentido alega que los abogados litigantes del reo no lo defendieron como era debido, al no informar completamente de la gravedad de sus problemas mentales, por lo que el jurado sacó la conclusión de que los asesinatos fueron resultado de la drogadicción y el abuso de alcohol por parte de Thomas.
Una segunda apelación refiere a un supuesto racismo por parte del jurado, ya que la mujer asesinada era blanca, y él es negro.
Masacró a su familia «por orden de Dios»
En 2004, Andre Thomas fue sentenciado a muerte por el brutal asesinato de su esposa, de 20 años, de su hijo de 4 años y de su hija de 13 meses. Thomas –quien nació de una madre mentalmente enferma y ha estado batallando desde su adolescencia con problemas mentales acompañados de abuso de drogas y alcohol- dijo que masacró a su familia, esculpió los corazones de los niños y los guardó en sus bolsillos «porque Dios se lo ordenó», informa AP.
Poco después de su arresto, se arrancó el ojo derecho. En 2008, mientras ya estaba en el corredor de la muerte, se arrancó el ojo restante y dijo a los guardias que se lo comió.
Tras estos sucesos, Thomas fue considerado no apto para ser enjuiciado, pero psiquiatras que lo evaluaron más tarde afirmaron que el período que había pasado en un centro psiquiátrico le resultó muy útil y que estaba lo suficientemente lúcido para enfrentar los cargos. Por el momento, Thomas se encuentra en una sala psiquiátrica en la cárcel. La fecha de su ejecución no ha sido establecida todavía.
