WASHINGTON D.C. — Más de diez países pidieron el martes ante la Organización de los Estados Americanos que se celebren nuevas elecciones en Bolivia, después de que Evo Morales renunciara a la presidencia del país, en medio de protestas y presiones por parte de la oposición y las fuerzas armadas.
“Hacemos un llamado para que se defina una presidencia provisional (…) y que se de inicio a una convocatoria de elecciones lo más pronto posible”, dijo el embajador de Brasil ante el organismo como parte una declaración conjunta de 15 países, incluidos Estados Unidos, Colombia y Perú.
"Resulta improbable estadísticamente que Morales haya obtenido el 10% de diferencia para ganar en primera vuelta", representante de junta de la auditoría de la @OEA_oficial de elecciones en #Bolivia 🇧🇴https://t.co/N9xGMFbktD pic.twitter.com/GCId7fbgkg
— Voz de América (@VozdeAmerica) November 12, 2019
Para las naciones, quienes instaron a la “paz social”, los comicios deben contar con nuevas autoridades electorales y observadores internacionales.
La OEA ha jugado un papel esencial en las elecciones presidenciales en Bolivia, llevando a cabo una auditoría del proceso que detectó serias irregularidades en el conteo, siendo incapaz de garantizar la validez de la victoria de Evo Morales, el ahora expresidente, en primera vuelta.
El expresidente y sus seguidores han calificado de un «golpe de estado» las circunstancias que llevaron a la renuncia de Morales, dada la presión por parte de las Fuerzas Armadas.
El ministro de Relaciones Exteriores de Bolivia, Diego Pary, dijo en una carta leída por una representante ante el organismo, dijo que «el fraude, la segunda vuelta, las nuevas elecciones solo fueron excusas para consolidar la ruptura del orden constitucional y sustituir a Morales».
El canciller también invitó a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos a Bolivia para que investigar las «graves violaciones a los DDHH» que se están cometiendo en medio de las protestas en el país.
El expresidente Morales llegó el martes como asilado político a México, alegando que su vida corría peligro en el país debido a amenazas y saqueos a su hogar y el de su familia.