Aulas y pasillos desolados: la crisis económica ya se siente en las universidades venezolanas.
Estudiantes han desertado de los salones, unos por hambre o falta de dinero, otros para irse al exterior.
José Camposano de 21 años es estudiante en la principal universidad pública del país, la Central de Venezuela.
“A duras penas costeo mi alimentación y mi educación universitaria, pero porque mis padres están fuera del país y me ayudan”.
A José le ha tocado de cerca vivir la deserción no solo de compañeros de carrera también de profesores, que huyen de la crisis.
“Es bastante notable la ausencia tanto de estudiantes como de profesores, de hecho, la mayoría de mis compañeros ha abandonado las aulas de clase por la crisis (…) se les hace muy difícil costear los gastosuniversitarios también de alimentación”, dice José Ángel Camposano.
“En este país se ha vuelto difícil estudiar” relata Verónica Dávila estudiante del tercer año de administración. “Sacar una fotocopia ya no es lo mismo que antes”, dice.
Culminar sus estudios y emigrar – hoy es su sueño. “Quisiera terminar, pero claro siempre existe la idea de irse del país, terminar e irte, eso es lo que quiero, terminar e irme”.