Miles de israelíes se manifestaron hoy en Jerusalén y pidieron la renuncia del primer ministro, Benjamín Netanyahu, en una nueva edición de las protestas semanales que se suceden desde hace seis meses y que coinciden hoy con una crisis interna del Gobierno que podría disolverse en las próximas semanas.
Tras algunas semanas con poca participación, las organizaciones que lideran las manifestaciones optaron hoy por nuclearse en Jerusalén y lograron así aumentar la participación.
A causa de esto, fueron miles los que llegaron a la Ciudad Santa desde distintas partes del país, según medios locales el mayor número en varias semanas, y se concentraron en las inmediaciones de la residencia de Netanyahu, en el barrio de Rehavia.