Los hondureños consideran incoherente que los ministros tengan la osadía de exigir el pago de sus prestaciones, luego de haber gozado de las mejores condiciones de vida en su instancia en los ministerios.
La postura de los ministros de marcharse con sus beneficios salariales es algo que las personas consideran intolerable, puesto que han abusado adiestra y siniestra y aun así no detienen sus pretensiones.