Al menos un millón de estadounidenses viajan a México cada año para obtener atención médica y en muchas ciudades fronterizas se trata de una de las industrias de más rápido crecimiento, según informó el Consejo Mexicano para la Industria del Turismo Médico.
De hecho, los cuatro ciudadanos norteamericanos que fueron secuestrados la semana pasada en Matamoros en el estado de Tamaulipas habían viajado porque uno de ellos iba a recibir un tratamiento médico.
Los centros para el control y prevención de enfermedades aseguran que los estadounidenses suelen viajar a México por varias razones médicas entre ellas: recibir un tratamiento más económico o poder acceder a un procedimiento o terapia que no está disponible o aprobado dentro de la unión americana.
El CDC también señaló que “los procedimientos más comunes a los que se someten las personas en los viajes de turismo médico incluyen atención dental, cirugía, cirugía estética, tratamientos de fertilidad, trasplante de órganos y tejidos y tratamiento del cáncer”.
Sin embargo, destacó que el turismo médico contiene riesgo de complicaciones dependiendo del destino y el centro donde sea realizado el procedimiento, ya que los norteamericanos pueden tener complicaciones como: resistencia al antibiótico, mala calidad en la atención, desafíos en la comunicación o una enfermedad infecciosa.
