El número de menores no acompañados que llegaron a la frontera sur de Estados Unidos en el mes de junio aumentó en más de mil respecto a la cifra compilada por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés).
El control fronterizo estadounidense indicó en su informe el viernes que el aumentó representó un 8%, 15.253 menores más, comparado con el mes de mayo cuando fue de 14.137.
Las familias detectadas por el CBP subieron a 55.805, a pesar de las advertencias del gobierno estadounidense por lo peligroso de la travesía, principalmente desde países de Centroamérica.
La administración del presidente Joe Biden lanzó un plan para reformar la política migratoria, inmediatamente que se instaló en la Casa Blanca en enero pasado.
Biden nombró a la vicepresidenta Kamala Harris al frente de la gestión migratoria y ésta hizo un viaje oficial en mayo a México y Guatemala, éste último uno de los tres países que componen el llamado Triángulo Norte de Centroamérica, junto Honduras y El Salvador.
También Biden eliminó el Programa Permanecer en México (MPP), heredado de las duras políticas regulatorias de la inmigración por parte del expresidente republicano Donald Trump.
La llegada incesante de menores no acompañados por la frontera con México se tornó un grave problema para Washington, que destinó cuantiosos recursos y personal por ofrecer albergue, atención sanitaria y reubicación a los niños.
El informe correspondiente al mes de junio, indica que el número de niños bajo la custodia del CBP “se redujo de 5.767 en su punto máximo el 29 de marzo a 832 el 30 de junio de 2021”.
