La epidemia de coronavirus en el mundo continúa siendo un problema grave, ya que se han registrado rebrotes y un aumento en el número de contagios y muertes, por lo que es importante tener conocimiento de lo que ocurre cuando una persona contrae el virus.
Aunque cada caso es diferente, los estudios que se han realizado y los datos arrojados dan una idea general de los síntomas que pueden aparecer, en qué momento y cuándo será seguro terminar el aislamiento para volver a las actividades cotidianas tras contraer el COVID-19.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, el 80% de las personas que contraigan el virus no presentarán síntomas o serán leves. En caso de que aparezcan síntomas, estos serán: fiebre, escalofríos, tos, dolores musculares, fatiga, falta de aire o dificultad para respirar, así como la pérdida del gusto y el olfato. En otros casos también se presenta dolor en la garganta, congestión nasal, nausea, vómito y diarrea.
Los síntomas pueden aparecer en promedio al quinto día después de haber estado expuestos al virus. El 97% de las personas infectadas ha desarrollado síntomas dentro de los primeros 11 días después de haber contraído el virus, y puede tratarse de cualquier síntoma a lo largo de toda la enfermedad.
El periodo de recuperación depende de la gravedad de la enfermedad, pero si se trata de un caso leve, el tiempo promedio es de dos semanas. Para casos un poco más severos pueden pasar seis semanas o más para notar una mejoría, además de que se puede requerir hospitalización.
En algunos casos, el coronavirus permanece en el cuerpo más tiempo de lo esperado, por lo que se está estudiando exactamente cuánto tiempo permanece el patógeno vivo dentro del cuerpo. La persistencia viral afecta el tiempo que una persona es contagiosa y cuánto deben permanecer aislados.
Se recomienda que el periodo de aislamiento cuando una persona se ha infectado con COVID-19 sea de dos a tres semanas, además de que se debe alentar el uso de mascarilla de tela o plástico en público.
El CDC aseguró que lo mejor es esperar 10 días desde el inicio de los síntomas y asegurarse que la persona no ha tenido fiebre en por lo menos tres días, además de que los síntomas deben estar mejorando para poder levantar la cuarentena.
